DISCOVERY

¡¡¡Ya puedes descargarla a través de este enlace, gratuita todo el tiempo que nos lleve la lucha contra el Covid-19!!!

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Nos introducimos de lleno en la historia a través de los ojos de Jason X, uno de los tripulantes de una de las naves que partieron el 28 de Marzo del año 2212, en busca de un futuro alternativo para la raza humana.

La tierra ya no puede sustentarnos. Hemos logrado dominar la naturaleza que nos rodea. Pasamos por todo tipo de devastaciones años atrás. Guerras, pandemias, terrorismo e incluso amenazas externas. Hemos logrado dejar de lado diferencias religiosas, políticas y culturales, pero precisamente esto mismo es lo que ha hecho que la superpoblación vuelva a poner en riesgo nuestra propia supervivencia.

Queremos vivir, y queremos vivir todos, que no mueran ancianos, que no suframos enfermedades ni nos matemos entre nosotros, pero lo cierto es que el planeta tiene limite. ¿Cómo acometemos nuestro propio futuro en estas condiciones? El hombre por naturaleza tiende a la supervivencia, pero ésta condición es precisamente la que logrará que sea imposible conseguirla.

Nuestro mundo se resiente. La tierra no es capaz ya de procurarnos los recursos suficientes y la propia solución que hemos encontrado, será por definición la que acabe colapsando definitivamente la vida en la tierra.

Colonizar otros planetas resultará un evento faraónico. Trasladar a la mayor parte de la vida humana es una empresa extremadamente delicada y antes de eso es necesario asegurar el éxito. Las doce naves, partieron con el objetivo de encontrar un planeta realmente habitable. Las rutas se establecieron teniendo conocimiento previamente de cada uno de los planetas con posibilidades, pero los datos deben ser verificados con absoluta certeza. Alguien debe asegurar cuál es la mejor opción antes de que la humanidad sea trasladada, y esto llevará muchos años. La vida en la tierra se hará cada vez más difícil. El tiempo apremia y cada paso debe ser un éxito obligado.

Jason X es uno de estos 12 tripulantes, y sus vivencias servirán al propósito más allá de lo imaginable. El proyecto Discovery sufrirá su primer choque con la realidad.

La Novela,

Esta novela corta es la carta de presentación. Todas las novelas estarán ilustradas por mi y por mi colaborador Antonio José Diaz "NUNOH".

Puedes encontrar el enlace a la versión ebook aquí,

"enlace"

Estará disponible de forma gratuita indefinidamente. 

Esta historia se gestó en principio como un relato corto para acompañar a unas cuantas ilustraciones. Con el tiempo, vi el potencial que había detrás de ella y por tanto se rediseñó para que formara parte de una serie de novelas todas ellas ambientadas en la misma época de nuestro probable futuro. 

En principio las historias serán protagonizadas por el inspector de policía Ron, pero la idea es crear una serie de historias enlazadas entre sí, que pueden contar diferentes acontecimientos vividos por distintos personajes, que inevitablemente se verán cruzados porque así es en realidad la vida. Todos y cada uno de nosotros vivimos nuestras propias vidas pero todos dentro del mismo mundo, donde los acontecimientos más cercanos o más lejanos a nosotros suceden para todos.

PROTEUS es la continuación de nuestro mundo. El futuro que nos espera y la realidad que nos tocará vivir si no hacemos los deberes. Sobrevivir o no dependerá de nuestra imaginación...sobre todo.

Extracto de Discovery

“Grabación hallada 60 años después de haber sido archivada la unidad de almacenamiento vital de la nave Arca X. 

Estado: Recuperada”

“Nuestro nacimiento fue programado. Todo lo referente al proyecto Discovery lo fue. Nacimos de diferentes madres y padres pues se pensó que esta aleatoriedad genética daría fiabilidad al proyecto. El control de la natalidad era un hecho asumido por toda la sociedad y con el fin de controlar la masificación de la población, los nacimientos habían pasado a ser controlados totalmente por el gobierno central. Nadie se planteaba que esto fuera malo ya que los recursos diezmados del planeta, nos habían hecho ver que realmente necesitábamos controlar estos aspectos que un día fueron decisión individual.

Los ejércitos y otros colectivos similares eran predefinidos desde su gestación en lo que podríamos haber llamado sencillamente clonación de seres humanos, aunque con ciertas diferencias. La clonación en sí solo se utilizaba para animales. La gestación controlada de seres humanos para ser utilizados en estos colectivos, instituciones y organismos, no partía de una clonación como tal, sino de la gestación externa de embriones donados a los que se criaba en granjas  especializadas. Todos serían criados y educados con un fin y un objetivo. 

La política mundial había sufrido un gran cambio. Hubo que establecer un gobierno único para todo el planeta, lo que eran antes países se habían convertido en regiones. Pero cada uno de ellos conservaba su propia historia y costumbres, las que habían podido salvarse después de los años de revueltas globales. 

La humanidad había llegado a un estado en el que el pensamiento y la cultura era única y global. Los tiempos de guerras, diferencias raciales, religiosas y de otra índole habían quedado apartados por un problema mucho mayor que unía a todos los hombres. Con el paso de los años, nuestra civilización había conseguido reír, llorar y sentir como una sola raza, aunque fuera por un miedo común.

Sin embargo, este mismo hecho nos había colocado en una situación realmente catastrófica. Habíamos evitado las guerras, las epidemias y enfermedades habían sido controladas casi en su totalidad. El pensamiento único hizo que nuestros fines fueran los mismos pero era una voluntad impuesta. Impuesta por el miedo a desaparecer.

La masificación era ya un problema sin una solución fácil. Las macrociudades absorbían la sangre del planeta y la única solución para la perdurabilidad era la colonización de otros planetas.. Era inevitable la vuelta del hambre y esto sería el comienzo de nuevas guerras y altercados. Todos luchábamos ahora por un objetivo común, pero si el hambre aparecía en nuestras vidas, la lucha por la supervivencia haría enfrentarnos de nuevo en un estallido sin control de locura colectiva. La falta de recursos sesgarían de nuevo la paz.

Tras unos años dando cabezazos con investigaciones sin rumbo claro, llegó el descubrimiento. Los viajes espaciales ya eran posibles y ponían a nuestro alcance todos aquellos exoplanetas presumiblemente habitables. Nuestros radares y telescopios habían hecho su trabajo con anterioridad. Nuestros científicos, muchos de ellos apoyados en teorías años atrás difíciles o imposibles de demostrar, avanzaron apostando por una idea común. Ellos nos habían ayudado a detectar los planetas que poseían ciertas condiciones de compatibilidad y habitabilidad, pero aún quedaba la prueba definitiva. Pese a todos los avances de que disponíamos, no eran más que predicciones basadas en cálculos y probabilidades. Hacía falta tener la certeza de que alguno de aquellos planetas era en verdad compatible para nuestra forma de vida. El paso siguiente nos correspondería a los veinticinco jóvenes tripulantes de otras veinticinco astronaves. Cada uno de nosotros seguiríamos una ruta establecida  hasta dar con el planeta perfecto, si es que finalmente este existía.

Desde el principio de los tiempos el hombre había explorado y colonizado. Había llegado la hora de hacerlo fuera de nuestro mundo.”